ENTRE LOS ROTOS
Alaíde Ventura Medina
Reto Tsundoku 2021
«Casi nada de lo humano, de lo que consideramos como estrictamente social, es calculable en términos objetivos. El amor. La lealtad. No hay una balanza que indique el peso y las dimensiones de este remordimiento que traigo a cuestas desde aquella época en la que decidí querer a papá a pesar de todo».
El libro ganó el V premio Mauricio Achar / Literatura Random House, y el jurado que lo otorgó estaba compuesto por Cristina Rivera Garza, Fernanda Melchor y Julián Herbert y los editores Jorge Levedev y Andrés Ramírez. Se otorgó por: “tratarse de una impecable construcción narrativa, un relato ágil y preciso sobre una familia rota por la violencia y el silencio. Una arqueología íntima basada en diversos recursos de la memoria como fotografías, listas y definiciones personales. Además, Entre los rotos es una novela inteligente y emotiva que reflexiona sobre la forma como se han ido transformando las emociones a comienzos del siglo XXI”. Ese año contendieron 319 novelas.
Una familia de cuatro: mamá y papá y dos hijos. Cuando comienza la violencia se hacen bandos ¿de manera natural los más fuertes de un lado? ¿del otro los que son abusados? ¿de un lado los que evitan ser lastimados? ¿Del otro los que buscan sobrevivir?. La mamá acaba un día en el hospital, el padre es muy violento físicamente con el hijo. Los abandona, regresa como si nada. La madre trata de proteger al hijo, y después rescatará animales…cuida y acoge, siempre a los más débiles que ella. A veces como padres, podemos pensar que los mas fuertes no nos necesitan, pero ¡ay, que equivocación tan grande!.
A través de las palabras (y son muy importantes en esta novela, juega con el lenguaje: nos cuenta las cosas a través de listas, de definiciones de un diccionario personal, es muy poético) intenta explicar como se hicieron las heridas, lo que revelan y recuerdan las fotos que encuentra, y como aprendieron a sobrevivir cada uno. Y sobrevivir se asume como traición: para hacerlo debes hacer una concha, alejarte de los otros. Y hay una traición mayor: morirte.
La lectura me hace reconocer que hay heridas que cargo y que condicionan lo que miro, que dan un matiz particular a mi manera de relacionarme conmigo misma y con los otros.
Está dividido en tres partes: el inicio de la guerra, la violencia en la familia que la destruye. De ser cuatro miembros, pasan a ser dos bandos: la madre protege al hijo más violentado; el padre presta atención a la hija como una manera de jalarla a su esquina. Estar ahí no es bonito, se está más seguro porque estás bajo el resguardo del más fuerte PERO hay violencia verbal, psicológica, aislamiento, sentimiento de culpa, traición.
En la segunda parte, la narradora se va lejos. “Entre los rotos nos reconocemos fácilmente. Nos atraemos y repelemos en igual medida. Conformamos un gremio triste y derrotado. Somos la aldea que se fundó junto al volcán, la ciudad que se alzó sobre un terreno inestable. Todos los días son el día del gran terremoto. Se vendrá abajo nuestro pueblo. De un momento a otro desaparecerá de la faz de la Tierra.”
Y la tercera, la más dolorosa: hay partes que no pueden recomponerse, el daño es demasiado grande, lo malo pesa demasiado.
Leer primeras páginas, aquí.
No lo conocía. Y por lo que cuentas, pinta bastante bien. Tomo nota.
Besotes!!!
Ojalá lo encuentres alla en España 😉
un beso,
Ale