Discurso de Alice Munro al recibir el Nobel

Alice Munro.
Alice Munro.

¡Bueno! Más vale que me vaya poniendo las pilas para terminar mi propio reto  😉  . Alice no fue a recoger su premio a Suiza, pero le hicieron una entrevista antes para que el día que se otorgaba el Nobel, usarla y que la vieran los miembros de la Academia.

Primero, algunos datos de Munro:

Ganadora del Nobel de Literatura 2013. Nació en Canadá en 1931.

Se le otorgó el premio por: “ser una maestra en las historias cortas contemporáneas”.

La entrevista:

Me interesó la lectura desde muy pronto, por una historia que me leyeron, de Hans Christian Andersen, que fue La Sirenita, y no sé si lo recuerdan pero La Sirenita es muy triste. La sirenita se enamora del príncipe, pero no puede casarse con él, porque ella es sirena. Y es tan triste que no puedo contarte los detalles. Pero bueno, tan pronto como terminé la historia me fui afuera y caminé dando vueltas y vueltas a la casa donde vivíamos, en la casa de ladrillos, e hice una historia con mi propio final feliz, porque pensé que se lo debía a la sirenita, y por alguna razón se metió en mi cabeza que sólo había sido hecha para que yo encontrara una historia diferente para mí; no iba a ir para todo el mundo, pero sentí que lo había hecho mejor, y de ahora en adelante, la sirenita se casaría con el príncipe y viviría por siempre feliz, lo que era como su postre, porque ella había hecho cosas terribles para ganarse al príncipe, su favor. Ella tuvo que renunciar a  su cola. Tuvo que conseguir piernas que las personas ordinarias tienen y caminan, pero para ella cada paso que daba era doloroso. Estuvo dispuesta a hacer esto para ganar al príncipe. Así que pensé que merecía más que la muerte en el agua. Y no me preocupé de que a lo mejor el resto del mundo no conociera esta nueva historia, porque sentí que se había publicado tan pronto como la pensé. Así que, ahí tienes, fue un principio temprano en la escritura.

Dinos, ¿cómo aprendiste a contar una historia, y a escribirla?

Inventaba historias todo el tiempo, hacía grandes caminatas a la escuela, y durante esas caminatas generalmente inventaba historias. Conforme crecí las historias eran más y más sobre mí misma, como heroína en una situación u otra, y no me molestaba que esas historias no fueran a ser publicadas al mundo inmediatamente, y ni siquiera sé si pensaba que otras personas las conocerían o leerían. Era la historia misma, generalmente una historia muy satisfactoria desde mi punto de vista, con la idea general de la valentía de la sirenita, de que ella era sagaz, que en general era capaz de hacer un mundo mejor, porque ella saltaba para estar ahí, y tenía poderes mágicos y cosas así.

En Huron, Canada, tienen un “Jardín Literario Alice Munro” para recordar los logros literiarios de Munro.
En Huron, Canada, tienen un “Jardín Literario Alice Munro” para recordar los logros literiarios de Munro.

¿Era importante que la historia se contara desde la perspectiva de una mujer?

Nunca pensé que eso fuera importante, pero nunca pensé en mi misma como siendo otra cosa que mujer, y hay muchas buenas historias de niñas pequeñas y mujeres. Después de que llegué quizás a la adolescencia, era más sobre ayudar al hombre a que consiguiera satisfacer sus necesidades y demás, pero cuando era una niña pequeña no me sentía inferior por el hecho de ser mujer. Y esto puede haber sido porque viví en una parte de Ontario donde las mujeres son las que más leen, las que más cuentan historias, los hombres estaban afuera haciendo cosas más importantes, no les interesaban las historias. Así que me sentía a mis anchas  en casa.

¿Cómo te inspiró ese ambiente?

Sabes, creo que no necesitaba inspiración, yo pensaba que las historias eran tan importantes en el mundo, y quería crear algunas de estas historias, y quería seguir haciéndolo, y no tenía que ver con otros;  y no necesitaba decirle a nadie, y no fue hasta mucho después que me di cuenta de que sería interesante si una de ellas llegara a auditorio más grande.

¿Qué es importante para ti cuando cuentas una historia?

Bueno, obviamente, en esos días lo importante era un final feliz. Yo no toleraba los finales infelices, cuando menos para mis heroínas. Y después que comencé a leer cosas como Cumbres Borrascosas, y tenían lugar finales muy pero muy infelices, cambié mis ideas por completo y me fui por los finales trágicos que podía disfrutar.

En el jardín literiario hay dos caminos:  de un lado están todas las obras que Alice Munro ha publicado, y del otro lado, los premios que ha ganado.
En el jardín literiario hay dos caminos: de un lado están todas las obras que Alice Munro ha publicado, y del otro lado, los premios que ha ganado.

¿Qué puede ser tan interesante al describir la vida en una pequeña ciudad canadiense?

Tú tienes que estar ahí. Pienso que cualquier vida puede ser interesante, cualquier ambiente puede ser interesante. No creo que pudiera haber sido tan valiente si hubiera vivido en una ciudad, compitiendo con personas que puede ser que tengan un nivel cultural más elevado. Yo no tuve que tratar con eso. Era la única persona que conocía que estaba escribiendo historias, aunque no se las contaba a nadie, y hasta donde yo sabía, cuando menos durante un  tiempo, era la única persona que podía hacer esto en el mundo.

¿Siempre tuviste confianza en lo que escribías?

Por mucho tiempo, estuve con poca confianza mientras crecía y conocí a otras pocas personas que escribían. Entonces me di cuenta de que el trabajo era más difícil de lo que había esperado. Pero nunca renuncié a ello, era simplemente algo que hacía.

¿Cuándo comienzas una historia,  tienes ya todo el argumento?

Si, pero muchas veces cambia.  Comienzo una trama, y trabajo en ella, y entonces veo que va hacia otro lado y que pasan cosas conforme voy escribiendo, pero al menos tengo que tener para comenzar una noción bastante clara de la idea que tratará la historia.

¿Qué tanto te consume la historia cuando comienzas a escribir?

Oh, mucho. Pero sabes, siempre tuve el almuerzo para mis hijos ¿no? Era un ama de casa, así que aprendí a escribir en los tiempos muertos, y no creo que jamás renunciara a ello, aunque hubo ocasiones en que me descorazoné, porque comencé a ver que las historias que escribía no eran tan buenas, y que tenía mucho que aprender y que era un trabajo mucho más duro que lo que me había imaginado. Pero no me detuve. No creo que lo haya hecho jamás.

Niña leyendo cuentos de hadas en el jardín literario.
Niña leyendo cuentos de hadas en el jardín literario.

¿Cuál es la parte más difícil cuando quieres contar una historia?

Creo que probablemente sea esa parte en donde tienes que ir revisando la historia y te das cuenta de que es mala. La primera parte, la excitación, la segunda, muy bien, pero entonces te levantas un día y piensas “qué tontería” y es cuando realmente tienes que ponerte a trabajar en ella. Y para mí, siempre sentí que eso era lo correcto, era mi culpa que la historia fuera mala, no era culpa de la historia.

¿Cómo la cambias si no estás satisfecha?

Trabajando mucho. Trato de buscar una mejor manera de explicarlo. Tienes a los personajes a los que no les has dado una oportunidad, y tienes que pensar en ellos o hacer algo diferente con ellos. En mis primeros tiempos, tenía a una prosa floreada, y gradualmente aprendí a quitarlo del camino.  Así que tienes que pensar en ella, y encontrar más y más de qué trata la historia, lo que tu creías entender al principio, pero que en realidad, tenías mucho que aprender de ella.

¿Cuántas historias has tirado?

¡Ja!, cuando era joven tiraba todas. No tengo idea, pero no he hecho eso en años recientes. Generalmente sabía que era lo que tenía que hacer para darles vida. Pero puede haber todavía lo que yo creo que es un error y simplemente tienes que olvidarte de ello.

¿Alguna vez has lamentaste tirar  una historia?

No lo creo, porque para entonces ya he entrado en agonía a causa de ella, sabiendo que no funcionó desde un principio. Pero como digo, no sucede con frecuencia.

El envejecer ¿Cambia tu escritura?

Oh, bueno, de manera muy predecible. Comienzas escribiendo de estas princesas jóvenes y después escribes de amas de casa con niños y después de mujeres ancianas, y así sigue; sin que necesariamente quieras hacer algo para cambiar esto. Tu visión cambia.

¿Crees que has sido importante para otras escritoras, siendo un ama de casa, pudiendo compaginar la escritura con las labores del hogar?

No lo sé, de hecho, esperaría que sí. Creo que fui hacia otras escritoras cuando fui joven, y que eso fue un gran estímulo para mí, pero si he sido importante para otras no lo sé. Creo que las mujeres de este tiempo lo tienen, no diría que más fácil, pero si es más aceptable hoy en día que la mujer haga algo importante, no solo jugar con algo mientras todos los demás salen de casa, sino que realmente puede ser seria con respecto a escribir, como escribiría un hombre.

¿Qué impacto crees que puedas tener en quien lea tus historias, especialmente las mujeres?

Bueno, quiero que mis historias emocionen a las personas, no me importa si son mujeres, hombres o niños. Quiero que mis historias sean algo que lleve a los demás a decir no sólo “oh, eso es verdad” sino que sientan una recompensa de mi escritura, y eso no quiere decir que tenga que haber un final feliz ni mucho menos, sino que todo en la historia mueva al lector de tal manera que sientas que eres diferente cuando termines de leerla.

Así felicitaron a Alice cuando ganó el Nobel.
Así felicitaron a Alice cuando ganó el Nobel.

8 comentarios

  1. Gracias Ale por acercarnos a esta mujer de la que reconozco no haber leído nada. A ver si con ella me reconcilio con las historias cortas… Hace mucho que no me pasaba por aquí, un año muy, muy ajetreado, aunque Roberto y yo no te hemos olvidado.
    Un fuerte abrazo ;-)))
    Maribel

    • B:
      ayyy chulis…pues de la familia, nomás tú me lees (lo que es fuente de alegría suprema para mí, no vayas a creer que no jijiji). Mi mamá dice que la bloquée del blog porque luego no lo encuentra. Y, siempre que me dice eso, me pregunto cómo es que lo está buscando. Ya te digo 😉
      un beso,
      Ale.

  2. Una entrevista muy interesante. Se merece el nobel no solo por sus estupendos relatos sino también por su grandeza. Me ha gustado comprobar como yo pensaba que no se dirige a mujeres ni ha considerado que el mensaje solo fuera para ellas. Las historias, la literatura debería ser para todos y empezar a quitarle esas estúpidas etiquetas de «literatura de mujeres».
    Un saludo.

  3. Gracias por traernos la entrevista, Ale. Me ha gustado mucho saber un poco más de esta autora. Ahora solo me falta empezar a leerla (ya tengo un libro que me traje de mi viaje a Londres! jeje)

    • Isi:
      ¿así que andabas por Londres ehhh? ¿y cómo te fue con el Inglés? yo estoy muy acostumbrada al inglés americano (después de todo, acá los tengo cerquita jajaja) y el británico me cuesta entenderlo, cuando menos en lo que me acostumbro al acento (me toma uno o dos días).
      Un beso;
      Ale.

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