LIBRO: Bartleby, el Escribiente

Bartleby el escribienteBARTLEBY,  EL  ESCRIBIENTE

Herman Melville

 

Relato escrito en 1853, y publicado en la revista Putnam en el mes de Noviembre y Diciembre de ese año y por el que le pagaron al autor 85 dólares. Se subtituló: Una historia de Wall Street. Tan solo puedo imaginarme la angustia que debe haber dado a los lectores, quedarse a medias con este librito. Yo no podía dejar de leerlo porque quería saber por qué Bartlebly era así, o por qué “preferiría no hacer” las cosas. Por supuesto, aún después de leerlo (y lo mismo les pasó a los lectores que esperaban la revista de Diciembre de 1853) nos  quedamos sin saberlo (y me daban ganas de aventar el libro contra la pared y decirle a Melville: hubiera preferido si saber ¡arghhhh!).

¿De qué trata? (SPOILER) Un abogado de Wall Street tiene una oficina donde trabajan 2 copistas: Turkey y Nippers) y un botones de 12 años (Ginger Nut). Los dos copistas se complementan bien: uno de ellos es terrible en las mañanas a causa de la indigestión, mientras que el otro es muy diligente con el trabajo y por las tardes, el diligente comienza a poner borrones, manchas de tinta, etc. en su trabajo mientras que el otro se vuelve hacendoso. Pronto llega a trabajar con ellos Bartleby. Al principio, su jefe está encantado con él, tanto, que lo tiene dentro de su oficina, junto a una ventana y separado por una mampara verde. Lo quería ahí para que pudiera escucharle cuando el necesitara cualquier cosa. Pero un día, cuando le llama para que revisen una copia, le dice con total tranquilidad “Preferiría no hacerlo” y así estará respondiéndole a cualquier solicitud. El jefe está descolocado con esta respuesta. No sabe qué actitud tomar. Y así comienza la resistencia pasiva de Bartleby. No dice por qué preferiría no hacerlo, y jamás se sabe. No sólo no quiere copiar, no quiere llamarle a Nippers, y llega un momento en que no va a copiar más. Vive dentro de la oficina, y no se quiere salir de ahí. El jefe desesperado, se sale de la oficina y la cambia de lugar para ver si así puede deshacerse de esta sombra molesta en que se ha convertido su amanuense. Los propietarios nuevos irán a pedirle que se haga cargo de Bartleby, y finalmente acaba en la cárcel. (FIN DEL SPOILER).

Debo decir que es el cuento más extraño que he leído. ¿Qué quería decir el autor con esta historia? ¿Estaba hablando de sí mismo, de su fracaso comercial con Moby Dick, y como no quería seguir escribiendo libros, o cuando menos no los que el público esperaba de él? ¿De cómo la sociedad nos fuerza a hacer cosas que son inútiles (para nuestro desarrollo como personas) pero que si no hacemos nos vuelven asociales, introvertidos, extraños? ¿La actitud del jefe es la actitud que toma la sociedad ante los problemas de violencia, pobreza, guerra: como que quiero ayudar pero mejor prefiero no verlos y si no los veo pienso que no existen?

Ahora cuando me encuentro con alguien que me pide algo, quisiera tener el valor de decir como Bartleby: “Preferiría no hacerlo”. Eso me liberaría de muchas cargas que de momento tengo 😉 Por cierto, las ilustraciones de este libro de Nórdica son espectaculares 😀

30 comentarios

  1. jajajaja, qué graciosa. Es verdad que no deja claro la historia que hay detrás de este personaje. Yo tampoco me atrevería a decir qué pasaba por la mente de este individuo, pero lo interpreté como una persona de estas raras, inofensivas, sin maldad, y no adaptadas a nuestro mundo. Me gustó mucho la figura del jefe, con ese odio y repulsión mezclado con la compasión. Me encantó cómo al final se sentía responsable de esta persona, por un momento dice que pensaba que su fnción en la vida pudiera ser cuidar o proteger a este individuo que le había tocado. Y también me encantó cuando el jefe dice algo así ¿se puede uno arrancar dolorosamente a alguien de quien tanto había deseado uno librarse?. Para mí, (ojo para mí, los expertos dirán otra cosa seguro, que es una novela de culto), pues eso, para mí el protagonista de esta historia era más que Bartleby, el jefe, porque este personajito le supuso infinidad de sensaciones, y contradicciones.
    Es una monada de historia, pero creo que no habría que buscar entender la naturaleza de la «locura» o desconexión con el mundo de este raro sujeto tan mono 😀

  2. Pero te digo, que encuentro de lo más acertado lo que cuentas, la interpretaci´pon que das me parece estupendo. Creo que es eso, que si no haces lo que la sociedad espera te vuelves asocial. Puede que sea por el fracaso de Moby Dick. Es verdad 😀
    No había caído 😀

    • Icíar:
      creo que los libros nos significan cosas diferentes a cada uno desde luego por nuestra propia historia de vida, más la suma del momento que cada uno va viviendo.

      A mi Bartleby me tenía alucinada (pero ¿qué le pasaba, por qué actuaba así?) y sin duda tienes razón: el jefe es un personaje del que sabemos mucho más. Mientras que de Bartleby solo vemos lo de afuera (su conducta) del jefe vemos todo lo de adentro (sus pensamientos, sensaciones, explicaciones). Para mi, Bartleby era un rebelde cuya única vía para hacerlo era la no acción. Se puso a mirar la vida en vez de sentirse en medio de ella (bueno, hasta la vista se le fue, ¿te acuerdas?). Y esa no acción creó un caos alrededor de él: los compañeros le envidiaban, el jefe primero se enoja y luego se descubre enterneciéndose y preocupandose, los nuevos dueños lo perciben como amenazante. Creo que son las reacciones que tenemos cuando alguien se rebela: envidia, miedo, ganas de cuidar, ganas de correr…lo diferente siempre representa un riesgo para uno. Quisiéramos una sociedad a nuestro leal saber y entender y las diferencias siempre provocan olas que no siempre podemos sortear.

      Un beso,
      Ale.

  3. Bueno, veo que no soy la única que se quedó sin saber muy bien que era lo que Bartleby preferíría no hacer. Tambiién pienso que era una forma de defenderse o enfrentarse al mundo; en cierto sentido me recuerda al protagonista de El Extranjero.

    Las ediciones ilustradas de Nórdica siempre son una gozada 😀

    • Lammermoor:
      tengo pendiente el libro del Extranjero y la Peste de Camus…veré si este año les toca su turno 😉 y concuerdo contigo: el trabajo de la editorial es extraordinario.
      Un beso,
      Ale.

  4. Estoy de acuerdo que es una historia algo ambigua, pero, a la vez, deliciosa. Yo lo descubrí el año pasado, pero no me atreví con una reseña. Si me permites, y teniendo en cuenta que no has podido parar de leerlo, te dejo un par de títulos de la misma extensión que seguramente también te encantarán: «El ruletista» y «Paradero desconocido». Uno para el sábado, otro para el domingo, por ejemplo. Y, el primero también hace referencia al acto de escribir. Un beso,

  5. Has conseguido despertar mi curiosidad. Ahora me queda plantearme si me lo leo a pesar de que me ¿Voy a tener que imaginar el final?. ¡Qué interesanteª: un libro «sin terminar», despliega un millón de posibilidades y de preguntas. Este no voy a tener más remedio que leerlo.

  6. Aunque no lo conocía y, seguramente, también me dejaría con la intriga por su comportamiento, me encantaría poder responder como él cuando me «hostigan» en el trabajo 😦
    Besos.

  7. A mí es un libro que me encantó. Muchos ven en él la encarnación de la libertad absoluta… preferiría no hacerlo, no acoplarme a lo que me pedís, no ceder en como soy. Nunca supe por qué este librito no tuvo más relevancia o al menos la misma que Moby Dick, un libro que muchos consideran sobrevalorado y que en su día pasó sin pena ni gloria. Un beso 🙂

  8. Había oído hablar ya muy bien de él y me apetece, quiero leerme Moby Dick pero me gustaría iniciarme con el autor con algo más ligero y este me parece perfecto. Muchos besos

  9. Me gustó mucho este Bartleby aunque me pasé todo el rato pensando que hubiera trabajado si le hubieran dicho
    – Muy bien, usted lo prefiere, pero va a hacerlo igualmente

    Es realmente un cuento muy original, y para ser un relato tan breve contiene de todo: costumbrismo, ironía, humor abiertamente (cuando se van de la oficina intentando esquivarle, yo no podía más de risa) y hasta drama.

    Lo dicho, que me encantó.

  10. A mi me parece un relato magistral. De hecho, Bartleby es uno de los personajes más extraños, y por eso entrañables, de cuantos he sabido por la literatura. Te recomiendo en la misma línea Wakefield, de Nathaniel Hawthorne (del que posiblemente ya sepas, o hayas escrito, pues Nórdica sacó una edición en la misma colección) y Mendel el de los libros. Saludos y felicidades por tu reseña.

    P.D.: Si te interesa discutir sobre este libro, yo acabo de publicar una reseña en Jauría lectora

    • Karenin:
      paso a comentarlo en tu blog si ¡gracias!
      y tomo nota de tu recomendación (aunque los libros de editorial Nórdica sólo los conseguimos por aquí en la FIL…ya llegará 😉 )
      un abrazo,
      Ale.

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