Patrick Dennis
Editorial Acantilado
Este es un maravilloso libro-medicina…de esos que ayudan a pasar un mal trance, una temporada de melancolía o simplemente para ponerse contento acompañando a este personaje.
¿Quién es la tía Mame? Patrick queda huérfano a la edad de 10 años, y la tía Mame es hermana de su padre y será su guardiana hasta que cumpla la mayoría de edad.
Cuando Patrick llega con ella, Mame es soltera y se encuentra viviendo la versión de 1927 de la vida loca. Se desvela en fiestas temáticas, toma y fuma, pero está contenta de cobijarlo bajo sus alas. Cuenta Patrick: “Pronto descubrí que para mi tía Mame “por la mañana” significaba la 1 de la tarde “por la mañana temprano” eran las 11 y “en plena noche” las 9”. A ella le gusta vivir la vida a lo grande, con dramatismo: es intensa, atravancada y desmesurada pero muy divertida.
Ciertamente esta manera de ser hará que se meta (y meta a Patrick) en varios problemas, que muchos no la comprendan y la tachen de loca o irresponsable, pero es imposible no enamorarse de ella porque tiene es generosa, buena, y no tiene un ápice de maldad en su cuerpo.
Para cuando el libro llega al final, han pasado como 30 años.
El verdadero nombre del autor es Edward Everett Hammer III. Fue un escritor con mucho éxito durante los años 50’s y 60’s, y le gustaba escribir bajo seudónimos. En un momento de su carrera tuvo 3 libros –con diferentes seudónimos- en la lista de los más vendidos.
Este libro fue rechazado 19 veces por las editoriales, pero se publicó en 1955 y vendió más de 2 millones de libros. Después se llevó al cine y se han hecho obras de teatro basadas en ella. Se casó y tuvo dos hijos.
Su trabajo dejó de gustar en los años 70’s y el dejó de escribir. Sabiendo tan bien como viven los ricos, decidió emplearse como mayordomo y sirvió a Ray Krock (el que comenzó con el negocio de los MacDonald’s). Y lo curioso es que ellos no conocían la faceta de escritor de su empleado.
Regresó con su esposa (se habían separado años antes) y al poco tiempo enfermó y ella lo cuidó durante su enfermedad (tenía cáncer). Falleció a los 55 años.
Su obra sigue haciendo asomar sonrisas…¿qué mejor homenaje a un autor?
Efectivamente, para encefalograma plano. Se pasa muy bien leyéndolo.
Pilu:
coincidimos totalmente 😉
Si que es un libro medicina; es imposible no reirse o cuanto menos sonreirse ante las cosas que hace. Me recuerda un poco el estilo de Woodehouse.
Y además, me parece apropiadísima la portada tan colorista que le han puesto. 😉
Lammermoor:
ya ves que hemos hablado de las terribles portadas que te alejan de un libro…la de este libro es excelente, no puedes dejarlo pasar ¿verdad? y tienes razón, si que recuerda un poco a Woodehouse.
un beso,
Ale.
No conocía este libro, pero con tu reseña has hecho que me apetezca leerlo. Tendré que buscarlo.
Besotes!!!!
Margari:
te aseguro que terminarás enamorada de la tía Mame 😉
un beso,
Ale.
A mí también me has dejado con ganas de leerlo.
Ascen:
¡bien! 😀 punto para mí…jajaja
un beso,
Ale.
No conozco el libro ni el autor, pero me ha llamado la atención más la vida del escritor que el libro en sí mismo.
Saludos!
Luciana:
es interesantísima 😀 si…
Un beso,
Ale.
Lo tengo desde que salió a la venta aquí, pero soy muy poco aplicada y todavía espera su turno… Todos los que lo han leído me han dicho que es muy entretenido y que Mame es un personaje genial. A ver si me acabo de decidir.
Besos
LittleEmily:
y si, ¡ya me daban ganas de hacerme sobrina de la tía Mame! 😉 con eso te digo todo.
Un beso,
Ale.
La tengo en mi lista de pendientes.
Gracias por tu entrada.
Gise
Gise:
pues tómala en cuenta sobre todo en momentos en que andes de bajón o muy ocupada…es refrescante…
un beso,
Ale.
Vaya vida ajetreada que tuvo! Me encanta saber estas cosillas de los autores, a veces sus vidas son tan interesantes o más que sus obras. Este libro ya lo había visto en muy buenas reseñas y lo tengo en mente, tiene una pinta estupenda. Como para fiarse de las editoriales, lo rechazan un montón de veces y al final resulta ser un libro con muchísimas ventas. Bsos
Carol:
Es interesante conocer un poco sobre los autores (o mucho, según el gusto) porque es una manera de acercarte a su obra ¿no? el mundo editorial es un misterio….¿cuántos libros que nos habrían gustado nunca vieron la luz?
un beso,
Ale.
Cada vez escucho más elogios sobre este libro. Me tengo que animar a leerlo. Y más aún leyendote a ti…me entran muchas más ganas. También de regalarlo…hay cerca de mi ambiente, quien no está muy bien de ánimo y quizá la haría sacar más de una sonrisa.
Me gusta que nos cuentes algo del autor o autora del libro. En este caso, la vida de este hombre, me resulta muy interesante. Lo de ser rechazado por muchas editoriales, parece que es algo común, con grandes libros.
Remarco en mi libreta de libros por adquirir lo interesante que es.
Un beso!!!
María (Iibros y te):
remárcalo y ponle un marcatexto amarillo encima para que no se pase desapercibido 😉
un beso,
Ale.
Tengo muchas ganas de leerlo, por lo general he leído buenas críticas (y en tu caso completitas) =)
A ver cuándo me hago con él, que las veces que iba con intención de comprarlo, al final me he venido con otros que no tenían nada que ver.
Besotes
Shorby:
a mi me pasa igual cuando voy a la librería…llevo una lista, y salgo con libros que no tenía ni pensado comprar, o que no conocía. Debería atenerme a la lista por bien de mi bolsillo y mis estantes 😦
un beso,
Ale.
Lo que contás suena divertidísimo! Lo apunto.
Beso
Marcela
Marcela:
aquí te pongo otro fragmento que no tiene desperdicio, para que te animes más:
-A propósito, guapo -dijo. Y de nuevo me miró con ojos inquisitivos.
-Sí, tía mame.
-¿Alguna vez tu padre dijo algo…,es decir…, alguna vez te habló de mí antes de morir?
-Sólo que eras una mujer muy peculiar, que quedar en tus manos era un destino que no le desearía ni a un perro, pero que no siempre se puede elegir y que tú eras mi único pariente vivo.
Soltó un grito ahogado.
-El muy cabrón- dijo sin inmutarse.
Yo cogí mi cuaderno de vocabulario.
Esa palabra, cariño, era c-a-b-r-ó-n- me explicó con mucha dulzura-, ¡Se escribe c-a-b-r-ó-n, y significa “tu difunto padre”! Y ahora sal de aquí y corre a vestirte.
La vida del escritor es de lo más original, jeje. Creo que por eso, y por tu reseña, claro, me llevo este libro a casa. Que también una necesita desengrasarse de vez en cuando.
Besos
Icíar:
espero que este libro te ayude a descansar 🙂
un beso,
Ale.
Me lo apunto con asterisco, para no olvidar que desprende felicidad y risas.
Es bueno tener siempre a mano algún libro de este tipo.
Un beso.
Ana:
yo también tengo mis pequeños símbolos para recordarme de qué trataba el libro que apunté en la libreta 😉 jajaja
un beso,
Ale.
Un buen libro para desconectar un poco del día a día.
Un abrazo
Blanca:
¡exacto! con tu comentario habría hecho la reseña perfecta 😉
un beso,
Ale.
¡Es el libro que me estoy leyendo ahora mismo!
Y es muy-muy divertida y totalmente «libro medicina». Yo conocía la historia (y la recordaba con mucho cariño) de la película «Tía y Mamá» con ¿Rosalind? Russell.
Cómo verás he vuelto al mundanal ruido (en contra de mi voluntad), pero tardaré en colgar entradas, aunque espero ponerme al día con las vuestras.
Loque:
¡Que alegría saberte de regreso! -aunque me habría gustado más que regresaras por tu propia voluntad, y no así, obligada oye, que eso siempre es un poco violento-
¿descansaste? ¿fuiste feliz? eso es lo más importante 🙂
ya te pondrás poco a poco al corriente…yo soy feliz de saberte presente de nuevo
un beso,
Ale.
¡¡Qué historia más buena!!
¿Y se le ocurrió a ella o es un clásico popular?
Cuando yo era pequeña estaba aterrorizada con La Mano Negra, que ni sé qué era, sencillamente te decían que estaba en los baños públicos y no sé qué más. Pero vamos, que no tenía una historia tan poética detrás, ni mucho menos.
Bueno, no me enrollo más
Loque:
¿la de la mulata de Córdoba? 😀 es una leyenda de por aquellos lares…nos contaba muchas historias y luego en la noche ni quien durmiera 😉 nos contaba una sobre un tal crispín que nunca he encontrado escrita (a lo mejor esa si que la inventó ella). Y la de la llorona…tenía un cuarto donde el closet tenía puertas (parecía que entrabas a otro cuarto) una puerta en una pared…entrabas como a un pasadizo y salías por otra puerta en el extremo opuesto de la pared. Y en ese cuarto tenía un Cristo de tamaño natural (que nos hací salir de ahí empavorecidas cuando llegábamos a entrar)….todas queríamos saber que tesoros había ahí en ese clóset, pero años no pudimos explorarlo porque había que pasar el Cristo y nos daba mucho miedo. Una vez que entramos una de mis primas gritó «ahí está un zapato de la llorona» y bueno, salimos en estampida…¿cómo de la llorona? a saber por qué se le ocurrió eso. Días estuvimos sin poder pasar frente al cuarto siquiera 🙂 jajaja ¡que tiempos aquellos!
un beso,
Ale
pd aquí es la mano pachona, en vez de negra 😉
Este también está entre mis pendientes. Parece una buena lectura para pasar un rato entretenido.
Un abrazo.
Luisa:
si que lo es, es un libro levanta-ánimo 😉
un beso,
Ale.