LIBRO: John Newbery, Father of Children´s Literature

JOHN  NEWBERY FATHER  OF  CHILDREN’S  LITERATURE

Shirley Granahan

El cómo paso de un libro a otro es siempre algo que se sale de mi control. De repente puedo tener una lista a la que me atengo con disciplina (pocas, pero sucede) y la mayor parte de las veces,  se me atraviesa otro en el camino, muy a pesar de mis planes (mi autodisciplina para esto vale un pepino). Ya sea porque el que estaba leyendo me pareció muy pesado y necesito algo más ligero; porque era ligero y necesito un tocho (pocas también jojojo); o porque se me cruzó uno en la librería (a las que trato de no acercarme porque siempre salgo con al menos dos). O bien como en esta ocasión que me leí lo del premio Newbery y me pregunté ¿y cómo es que se les ocurrió dar este premio? ¿Quién era Newbery? 😉 (ya ven que el libro de la entrada anterior ganó este premio)

John Newbery nació en Waltham St. Lawrence, Inglaterra en Julio de 1713. A los 16 años se fue a Reading a trabajar como aprendiz en una imprenta. En 1737, el dueño del negocio falleció y le dejó en herencia a él y a su hermano el negocio. Newbery se casó con la viuda e hizo de la imprenta un éxito.  Fue un hombre que se dedicó a varias empresas: primero la imprenta, luego vendía remedios. Los negocios iban viento en popa y pronto se mudó con su familia a Londres.

Ahora para entender un poco lo que había antes de que Newbery entrara en escena en Londres, hay que tomar en cuenta qué había para niños antes de esa época. Desde 1576 hubo material impreso para niños. Eran historias, himnos enfocados en la religión y conocimiento. En 1621 se publicó The Story of  Tom Thumble (sobre un elfo del rey Arturo). En 1671 se publicó A Token for children.  En 1678 se publicó la parábola religiosa de John Bunyan Pilgrim´s Progress que reforzaba la creencia de los puritanos de la época. En 1693, John Locke publica Some Thoughts Concerning Education donde decía que para animar a los niños a leer, había que darles “algunos libros agradables adecuados a su capacidad”. No aprobaba la idea de que leyeran cuentos de hadas, pero pensaba que las fábulas, por su moraleja, eran un material adecuado para ellos.

Así, en el tiempo de Newbery no se escribía específicamente para niños. En 1744 Newbery escribió y publicó A Little Pretty Pocket Book que fue el primero que realmente quería informar y entretener al público infantil. Vendió más de 10,000 copias antes de que terminara ese siglo. Newbery hizo algo además que no solía hacerse: reeditó su libro varias veces y después fue sacando títulos con cierta regularidad. Quería que los niños fueran los que pidieran a sus papás el libro, así que los ponía en las vitrinas de su tienda, y doró la orilla de las hojas para que ese dorado lo hiciera más atractivo al niño. Mantenía los precios bajos para que los papás se animaran a comprarlos, y después ofrecía en la venta un alfiletero para niñas o un balón para los niños. (Como si fuera la cajita feliz del MacDonald’s). Falleció en 1767 a la edad de 54 años.

Little Prety Pocket Book vendido en subasta por 22 mil dólares

Más que ser el padre de la literatura infantil, el gran logro de John Newbery fue hacer del mercado editorial dirigido a niños un éxito.

En 1921 el editor Frederic G. Melcher le presentó a la Asociación Americana de Libreros (ALA) su proyecto de dar cada año el premio Newbery al libro infantil más destacado, publicado en los EUA el año anterior. El premio serviría para tres propósitos: propiciar el trabajo creativo en los libros para niños; enfatizar que las contribuciones a la literatura infantil merecen un reconocimiento similar al que tienen las obras poéticas, teatro o novelas; y dar la oportunidad a los bibliotecarios (que trabajan para servir a los intereses lectores de los niños) de favorecer la escritura de calidad en el rubro infantil.

Medalla Newbery

Desde 1922 cada año se ha dado un premio Newbery. La medalla tiene por la parte de atrás el título del libro y el año en que se entregó. Fue diseñada por el escultor americano Paul Chambellan (que también hizo las fuentes del centro Rokerfeller en Nueva York y las puertas de bronce de los juzgados de Nashville, Tennesse).

Se dice que ganar esta medalla puede cambiar la vida del autor; si bien el premio no es económico en casi todas las librerías americanas hay un mueble especial para los libros ganadores del premio Newbery. Y las ventas del libro se incrementan (un ejemplo es que al anunciarse en 2006 la obra ganadora, pasó del lugar 300, 000 al 25 en el ranking de amazon.com en menos de 12 horas).

¿Qué se le pide a una obra para ser candidata del premio? Que sea original, publicada en inglés y que el autor sea ciudadano o residente de los Estados Unidos. Puede ser poesía, ficción o no ficción, pero debe mostrar que entiende el público hacia el que va dirigido la obra (niños, hasta la edad de 14 años). El criterio para dar el premio dice “El comité debe considerar que el premio se da a la calidad literaria y de presentación en obras para niños. No es para educar ni se da por popularidad”

 

18 comentarios

  1. Una forma de reconocimiento a este Newbery, que tuvo el objetivo de crear un mercado del lbro par el pùblico infantil y que funcionara, pero me resulta curioso que cuando en el siglo XX pensaran en un premio que recompensara este tipo de creaciones, se acordaran de este señor del siglo XVIII. Yo no conocía la historia del premio. Como dice el dicho, hoy ya me puedo acostar, pr eso de: «no te acostarás sin saber una cosa más», jeje, ¡Mission accomplished!

    • Icíar:
      me alegro que te pudieras acostar con ese sentimiento de haber cumplido con la misión diaria 😀
      pues es que es muy conocido (en el ramo bibliotecario de EU) que gracias a él, la literatura infantil si es negocio y por eso pensaron en él.
      un beso,
      Ale.

  2. Tengo tan poca voluntad como tu en esto de las lecturas, también a mí se me cruzan otros en el camino y mi propósito de seguir un orden se malogra. ¡qué le vamos a hacer

    por lo demás me parece interesantísimo el personaje y tu entrada.
    Un besazo.

    p

    • Lammermoor:
      es que el día que siguiera un orden establecido previamente creo que me daría una crisis de nervios pensando en todo lo que me estoy perdiendo (lo mío ya raya en lo patológico jajaja)
      espero que disfrutes muchísimo tus vacaciones 😉 un beso,
      Ale.

  3. Creo que la indisciplina lectora es un elemento inherente al «oficio». Hay pendientes que quedarán eternamente en la estantería acumulando polvo, y casi no te atreves a mirarlos para que no se te pese en la conciencia. Has elaborado una entrada muy interesante. ¡Gracias por la información!

  4. Me ha gustado esta entrada y conocer la labor que Newbery hizo por la literatura infantil. No tenía ni la más remota idea.
    Y tampoco guardo mucho orden en mi elección de lecturas. Me asomo por la estantería donde están todos los libros pendientes esperando y me dejo llevar… Porque como me ponga un orden sé que no lo voy a cumplir…
    Besotes!!!

    • Luciana:
      ¡eso! ¡que trabajen las neuronas almacenando información nueva! luego con las vacaciones descansan demasiado 😉 jajaja…al menos las mías (y las de mis hijos, me temo)
      un beso,
      Ale.

  5. Conocía estos datos, pero a sido agradable recordarlos, tengo un amigo en USA, que siempre anda diciendo que mis cuentos merecen el premio Newbery, aunque yo no tenga pajolera idea de inglés y por supuesto mi Toledo no es el de Oio, pero da igual supongo que lo dice por halagarme jajajajaaj.
    Me a gustado mucho tu introducción sobre la «autodeterminación» y la «auto disciplina» a la hora de escoger una lectura, a mi me pasa igual, yo encima además de comprar todos los meses un par de libros o tres, de un club de lectura al que llevo apuntada 25 años, me encanta pasearme por las tiendas y puestos de «baratillo» que ahora con la crisis, están llenas de libros, encuentro verdaderas joyas de mi infancia y juventud, y libros contemporáneos a precios fantásticos, ( sin ir más lejos, el libro que he posteado esta semana me costó tres euritos en el rastro) y es de círculo de lectores, tapa dura, una media de 15 a 20 euros fijo, a si que llego cargada a casa, siempre que salgo, a la Fnac, ya ni quiero ir, a la Casa del Libro ni te cuento, y cuando paso por una librería de barrio, me quedo un buen rato mirando el escaparate, es que me llaman, me dicen, ven. jota… ven, cómprame, y no puede ser jajajaja.
    Bsss, gracias por esta gran entrada, que pases un feliz domingo.

    • Jota:
      ¡pues mira que si es un halago lo que te dice tu amigo!
      lo bueno es que la crisis no ha afectado tu amor por la lectura, y que ahora estás consiguiendo muy buenos libros a mejor precio. Yo debería hacer lo mismo. Cualquier día…cualquier día. Primero debería leer todo lo que tengo en casa (que a ojo de buen cubero, supongo que me llevaría unos dos años…si no es que más)
      Un abrazo,
      Ale

  6. Chica, me lo paso genial leyendo tus reseñas,unas veces por eso, porque me divierto, otras además aprendo cosas, este ha sido el caso de la historia de este hombre que no conocía de nada, y siempre porque te voy conociendo un piquillo más…

    Así que siempre es un placer pasarme por tu casa!

    Un besico!

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