
Eileen Chang
Reto Tsundoku
La autora es china, nacida en Shanghai en 1920. Su familia era acomodada, su madre había sido educada en Inglaterra y su papá era muy tradicional. Se divorciaron y ella vivió con su padre hasta que no aguantó sus maltratos y se fue con su madre. Estudiaba literatura cuando China fue invadida por los japoneses. Se hizo conocida en los círculos literarios entre 1943 y 1945, pero cuando los comunistas llegaron al poder, dejó China y se estableció en Estados Unidos. Sus trabajos fueron prohibidos en China por considerarse “una representación de la burguesía y cultura crítica de Mao”. Sin embargo, siguieron siendo populares en Taiwan y Hong Kong. Hasta 1978 se les permitió circular con libertad y se volvió una de las más populares escritoras en China. Chang no solo escribió novelas, también escribió guiones cinematográficos (el director twaiwanés Ang Lee ganó su segundo León de Oro en el festival de Venecia de 2007, con la película “Deseo, Peligro”, basado en otro libro de Chang).
El título de este libro viene porque en las primeras páginas, Chang nos dice que nos tardaremos en leer su historia lo mismo que tarda un incienso en arder. Este libro trae dos historias muy cortas, ambas de amores malogrados.
En la primera, vemos todos los prejuicios de una sociedad: Weilong, una joven estudiante de Hong Kong, llega a visitar a su tía -hermana de su padre- para pedirle que la reciba para poder terminar con sus estudios. Su padre y la hermana no se hablan desde hace muchos años, porque el padre desaprueba su manera de vivir. Weilong entrará a un mundo donde su inocencia se perderá. En ella nos muestra como se movía la sociedad de ese tiempo, todavía anclada en tradiciones milenarias (el concubinato, la libertad sexual para cambiar de compañeros -aunque algún precio se pagara, como ya he dicho, el padre de Weilong no le hablaba a la hermana), pero también como iban mezclándose poco a poco las costumbres occidentales.
La segunda historia es el matrimonio entre un profesor británico que trabaja en una universidad en Hong Kong, con una china muy joven. Este final me ha entristecido ¡que barbaridad!
A través de su escritura vemos como era la sociedad de su tiempo, como estaba cambiando, los prejuicios y las nuevas ideas que estaban surgiendo, como eran las relaciones entre las personas, que era importante y que no. Y se lee en un pis pas.
Me encantan tus reseñas y recomendaciones. Saludos desde Oaxaca.
Rosalba: ¡que gusto saberlo! saludos hasta Oaxaca ❤
Un beso,
Ale.