Convocados por Mónica, Isi y Loque, nos propusimos leer este sexto libro de los episodios nacionales del gran Benito Pérez Galdós.
Vuelvo a repetir que me parece maravilloso que un gran escritor quisiera dejar memoria de la historia de su país en estos episodios que, estando tan bien escritos, son una delicia para el lector, que al mismo tiempo que se divierte, aprende. ¿Hay en la vida un combo más beneficioso que ese??? 😀
Así las cosas, esta mexicana primero tuvo que preguntarse ¿y dónde es que está Zaragoza en el mapa? Respuesta buscando en google:
Zaragoza fue sitiada por parte del ejército francés en el verano de 1808 y regresa en otoño de ese año, para que los españoles después de dar una dura batalla, capitularan en Febrero de 1809.
Ignorante de la historia española, no sabía lo que me iba a encontrar en el libro. Literariamente si, Don Benito es un extraordinario escritor que disfruto, pero vaya no sabía qué tal mal les había ido a los españoles en ese lugar. Hubo una lucha con desolación infinita. Los españoles se defendieron con gran gallardía y valentía, la gran mayoría sin ser militares o tener entrenamiento siquiera en armas, ante un ejército que en ese momento era el mejor del mundo. Se encontraron con personas dispuestas a morir antes que abandonar su ciudad, costara lo que costara. Los franceses tuvieron que luchar por cada metro del terreno siendo atacados por balas, piedras, agua, aceite, lo que encontraran los españoles para defenderse. Escribe el autor “Caían muchísimos, clareabanse las filas y llenadas al instante por otros, repelían la embestida”. Entre los españoles, se corría la noticia de que serían auxiliados, que no debían desfallecer (supongo que en toda guerra, se evitan las malas malas para no desalentar a la tropa).

“Zaragozanos ¡morir por la Virgen del Pilar o vencer!” era lo que gritaban para animarse. Pero los muertos eran muchos. “Nosotros habíamos tenido buen número de muertos y muchos heridos. Estos eran al punto recogidos y llevados a la ciudad por los frailes y las mujeres, pero aquellos aún prestaban el último servicio con sus helados cuerpos porque estoicamente los arrojábamos a la brecha abierta, que luego se acababa de tapar con sacos de lana y tierra”.
En su lucha, participaron por igual hombres y mujeres. La escena donde Manuela Sancho marcha por entre el humo y los cadáveres, yendo en dirección contraria a los hombres que huían para ponerse al frente de la lucha lo deja a uno con los ojos abiertos como platos y el corazón estrujado.
Llegaría un momento en que la ciudad carecería de comida suficiente, ropas, vendas para las heridas, medicinas. Esto hizo que apareciera la peste. Al final del sitio eran tantos los fallecidos que no los enterraban, sino que los iban poniendo en alguna calle (con lo que la enfermedad aumentaba).
Don Benito retrata a sus personajes con gran humanidad y para aligerar un poco la tragedia, tiene pequeños trazos de humor. Candiola, el usurero que personifica la maldad y egoísmo presente en todo hombre, aún en los momentos más terribles. José de Montoria es el caballero que no deja que la tragedia haga mella ni en su ánimo, ni en su comportamiento siempre altruista y bondadoso. Tenemos, como no, la historia de amor entre Agustín, hijo de Montoria, y Mariquita, hija de Candiola. Y Gabriel, que sale vivo de esta y aún no sabemos cómo va a terminar.
En el blog “A La Sombra de la Sabina” encontré esta cita que me parece importante para resaltar qué fue lo que encontraron los franceses en Zaragoza: “Jamás he visto encarnizamiento igual al que muestran nuestros enemigos en la defensa de esta plaza. Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalto por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras. Es una guerra que horroriza. La ciudad arde en estos momentos por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ella las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores…¡Qué guerra! ¡Qué hombres! Un asedio en cada calle, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes, o mejor a tantos furiosos! Esto es terrible. La victoria da pena”. Escrito del Mariscal Jean Lannes.
Ahora entiendo por qué la ciudad de Zaragoza tiene los títulos de: muy noble, muy leal, muy benéfica y siempre heroica e inmortal.
Aquí pueden encontrar información muy interesante sobre el sitio de Zaragoza.
Libro 13 para el reto Leer 25 libros escritos en Español.
Bueno, bueno, bueno, pues ya has conocido la historia de la ciudad en la que he vivido casi toda mi vida, donde viven mis papás y mis hermanos. Ahora vivo en un pueblo muy cerquita. Creo que sí que te ha gustado este nuevo Episodio de D. Benito. Besicos!
Susana: ¡y no sólo valientes! ¡la ciudad es bellísima! después de este libro, no olvidaré de dónde eres 😀
Me encantó el episodio jijii.
Un beso,
Ale.
Sigo sin atreverme con este autor y eso que en casa tengo un par de libros suyos a ver si me animo. Muchos besos.
Goizeder:
estoy segura de que te encantará cuando te decidas a leerlo.
Un beso,
Ale.
Una delicia como este hombre nos va enseñando historia. Y encima hasta nos engancha! Me alegra que sigas disfrutando con Galdós.
Besotes!!!
Margari:
¿verdad que si???? Es muy bueno Galdós 😀
un beso,
Ale
Ale, qué maravilla de reseña, me ha encantado, qué bien has captado la esencia de este libro inolvidable.
Y qué valentía la de los zaragozanos, yo no sabía que hubieran llegado a tantísimo, por mucho que supiera que la Virgen del Pilar no quería ser francesa. Pero no sabía que había bajado de su altar, para coger un arma y defender, calle a calle, casa a casa ¡habitación a habitación! su ciudad.
pd. ¿Sabes que hemos escogido la misma cita para ilustrar nuestra reseña? Yo la saqué de la Wikipedia, la verdad.
Loque:
me alegro que te guste ¡mira que lo sufrí! no quería saber qué pasó en la historia hasta terminar de leer el libro, y evité ir a preguntarle a San Google hasta el fin (o muy cerca de, tengo que confesarlo).
Y los franceses tan canallas: ya leí que fueron muy malos con los vencidos. Arghhhhh ¡que coraje me da!
La escena donde bailan jotas me dejó alucinada. ¿En medio de la guerra? ¿y con qué ánimos? ya se ve por qué son héroes.
Y como no íbamos a elegir esa cita, si lo resume todo tan bien ¿verdad? 😉
Un beso,
Ale.
Teeeengo que retomar los Episodios!!
Besotes
Shorby:
este ha estado muy triste. ¿Mejorará? ¿buscaré en google o me espero al siguiente??? ayyyy.
Un beso,
Ale.
Es que lo españoles somos muy bravos y valientes y solidarios. Todo eso junto. Ya lo decía Benito Pérez Galdós, jeje. Y Gabrielillo siempre saliendo airoso. Me quedé en el segundo episodio, pero continuaré, of course.
Icíar:
pues mira que si lo son. Uno de los problemas de la conquista, del que poco se habla, es que pudieron conquistar porque acá no había solidaridad y unos pueblos indígenas peleaban con otros. Los españoles no tuvieron que llegar y dividir, ya estábamos divididos. Y así, fue imposible enfrentarse a los conquistadores.
En fin, que lo que lamento es que no tengamos un Galdós mexicano que nos cuente nuestra historia. Un beso,
Ale.
¡Ale, nos ha regalado una reseña magnífica! Se nota que has disfrutado —y sufrido— con el episodio. Galdós es un narrador único, y lo demuestra con cada novela. Sabía de la historia de Zaragoza en estos años, pero estas páginas me han hecho sentir dentro de la batalla. Una lectura difícil, muy descriptiva, pero que merece la pena descubrir. ¡Un beso!
Jesús:
Tienes toda la razón: he sufrido con todo lo que cuenta que sucedió en Zaragoza, pero siempre será una delicia leer a Galdós 🙂
Un beso,
Ale.
Hola a todos!!!
Alguno de ustedes conocen si existe algún libro sobre los emigrados de Zaragoza en este período de tiempo de 1800 a 1820, fundamentalmente en los años 1808 y 1809? Si me pudiesen informar el título de alguno, pues estoy buscando de mis bisabuelos que en 1822 se casó en Cuba.
Gracias, un saludo,
Maye.
Mayelín:
lo desconozco.
Saludos,
Ale