LA ESPERANZA DEL TÍBET
José Vicente Alfaro
La historia transcurre en el siglo XIII en el Tibet. El Karmapa (líder espiritual del budismo) fallece. Como en la religión budista creen en la reencarnación, siempre que fallece una figura importante, buscan entre los niños nacidos después del fallecimiento, para encontrar en dónde ha reencarnado, recogerlo y poder llevarlo al monasterio para educarlo como su linaje espiritual lo requiere.
Así, Kyentxe y Tsultrim serán los encargados de buscar y poner a prueba a los niños que crean cumplen con ese perfil. Siempre hay indicios de un nacimiento importante: hay sucesos fuera de lo común en la naturaleza (hubo un pájaro que no dejó de cantar desde que comenzó el parto hasta que terminó) o bien, historias sobre niños que hicieron algo inusual para su desarrollo (que se sentaron al nacer, que se rieron, etc), y si bien han seguido algunas pistas, pasan 6 años y no lo encuentran, lo que los tiene un poco apesadumbrados.
Al mismo tiempo, una familia que está mudándose tiene un accidente en una colina y los dos hermanos terminan separados. Uno correrá con la suerte de ser rescatado por un anacoreta que le enseñará a vivir como él (aislado del mundo, buscando la iluminación a través de la dieta frugal, el retraerse de la vida mundana y meditar lo más posible); y el otro con la desgracia de ser secuestrado por un ladrón que le hará la vida de cuadritos. Uno de los hermanos será testigo de los poderes que la meditación intensa llega a producir, e incluso la muerte que le espera a quienes logran avanzar mucho en su vida espiritual (Aquí en Guadalajara han traído las reliquias de los cuerpos de algunos maestros tibetanos; al ser quemados los cuerpos entre las cenizas queda algo parecido a unas canicas –eso me dijeron los que conocen esto- que son una muestra física de que este ser alcanzó las cualidades de la compasión y sabiduría antes de su muerte). Y el otro hermano tendrá que sufrir mucho antes de ser rescatado por un lama.
En ese momento histórico, era importante encontrar al Karmapa porque un nieto de Genghis Khan, Kublai Khan estaba siendo atraído por el budismo tibetano, mientras que monjes franciscanos trataban de atraerlo a la religión católica. Así, encontrar al Karmapa era urgente.
Ahora ¿quién es el Karmapa? Es el título que se le da a la cabeza de la escuela Karma Kagyu del Budismo. Su residencia era el monasterio de Tshurphu en el valle Tolung en el Tibet. Cuando China invadió el Tibet, se trasladó su residencia a Sikkim, India. El Karmapa está considerado como una manifestación de Avalokiteshvara (el buda de la Compasión), y porta una corona negra y por eso coloquialmente se le conoce como el Lama de la Corona Negra. La corona la ven quienes tienen ciertas cualidades espirituales, y se dice que fue tejida por daikinis (deidades femeninas dentro del budismo), y físicamente existe una corona que existe desde que se la dio un emperador chino al quinto Karmapa, en el siglo XIV.
La novela es interesante, muy lejos de lo que estaba leyendo hasta el momento. Es novela histórica, pero a pesar de que el lugar y el tema puede parecer ajeno a lo que uno está acostumbrado, habla de temas que son universales: el dolor de la pérdida, el deseo de servir a otros, le envidia que puede corromper el comportamiento de una persona, la maldad que hay en unos corazones (sobretodo, cuando se niegan a hacer auto-observación y de todo se quiere culpar al mundo exterior). ¡Gracias al autor por contactarme y ofrecerme la novela para leerla!
Este libro me servirá para 2 retos: Para el de Meribelgica (entrará en la categoría “Ha publicado su primera obra en 2013”) y con él llego a 19 del reto 25 libros escritos en español.
Ya lo habia visto reseñado y que ganas!!
Nina:
😀
No lo conocía, pero lo voy a dejar pasar, no es mi estilo. Muchos besos.
Goizeder:
¡que bueno que no todo nos interesa, sino, imagínate! 😉
un beso,
Ale.
Pues me dejas con ganas, que tiene muy buena pinta el libro por lo que cuentas.
Besotes!!!
Margari:
ya estaré al tanto por si lo lees 😉
un beso,
Ale.
Este pinta fenomenal! =)
Lo tengo apuntado desde hace tiempo, a ver cuándo cae.
Besotes
ayyy ese plan inifinito 😉
No me atrae mucho al histórica, pero esta se ve de alguna forma distinta. La tendré en cuenta.
Un saludo.
Mariuca:
estaré atenta para que si lo lees, enterarme que te ha parecido.
Un beso,
Ale.
Me parece interesante, una forma de conocer de forma amena esta cultura. ¡PERO! ¿¿¿De verdad eso de las canicas?? si no he entendido mal, esto no lo dice el libro, sino personas de tu ciudad. ¡Qué cosas! habrá que ver quién pone esas canicas en las cenizas, que yo soy muy mal pensada 😀
Icíar:
No, el libro habla de que los cadáveres de los que se iluminan con luces arcoiris y parecen desaparecer dejando solo uñas y cabellos (puedes leer algo de esto aquí). Pero aquí a mi ciudad han venido reliquias (personalmente no fui a verlas, pero conozco a quien si fue y me dicen que son como canicas).
Los budistas dicen que es cierto, y no me imagino por qué dirían mentiras 😛 o para qué -con que fin, vamos-. ¿Soy muy ingenua?
un beso,
Ale.
Gracias por tu reseña. Me ha encantado! Muchos saludos!
José Vicente:
¡me alegro! ¡saludos!
Ale.