CATALINA DE ARAGÓN, REINA DE INGLATERRA
Almudena de Arteaga
Este es un libro que me decidí a leer porque necesito más libros escritos en español para el reto de 25 libros escritos en español. Después de todo, el tema de los Tudor me apasiona.
Catalina fue la hija más pequeña de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla (los conocidos como “los Católicos”). Nació en Alcalá de Henares (España) en 1483, y desde pequeña fue prometida al hijo mayor del rey Enrique VII de Inglaterra, Arturo, príncipe de Gales. En 1501 se casan Arturo y Catalina en Inglaterra, y al poco tiempo, enviuda. Ella dijo en su momento, que el matrimonio no se había consumado debido a la salud enfermiza de su esposo. Sus padres no querían renunciar a emparentar con Inglaterra (y deben haber sentido que todo lo invertido en la dote de Catalina sería un gasto que no redituaría nada). El rey Enrique VII tampoco quería regresar la dote, y por esta situación, Catalina se queda en Inglaterra. Fernando e Isabel querían que Catalina se casara con Enrique, el hermano que heredaría el trono. Durante 7 años, Catalina estaría alejada de la corte, mientras sus padres y su suegro decidían su destino. En este tiempo, ni podía disponer de dinero español (o estaban muy limitados con él) y su suegro tampoco se hacía cargo de los gastos de su casa. Este tiempo de escasez la marcarían mucho y ella fue una reina poco dada al lujo y el gasto innecesario. Siendo hija de quien era, sería siempre muy compasiva, y atenta a la caridad con el prójimo.

En 1509, cuando ya Enrique VII había muerto, Enrique VIII decidió casarse con ella. Al parecer, se había enamorado de ella desde que era su cuñada. Dicen que al principio, estaban muy enamorados. Catalina le hacía sus camisas a su marido y era una mujer muy consciente de atender a su marido (lo que había aprendido de su madre, la Reina Isabel). Ella, siendo mayor, le ayudó a ser un rey más maduro, y a no sólo pensar en su diversión. Los primeros cuatro embarazos de Catalina los llenaron de pena (un aborto primero, luego un niño que viviría 52 días, luego otro aborto y otro niño que viviría un mes). El quinto embarazo ya se logró y sobrevivió una niña, María, que llegaría a reinar como María I. Enrique quería desesperadamente un varón, sabía lo importante que era tener un heredero y sabía –por su propia historia- lo importante que era más de uno.
Probablemente este deseo de tener un heredero, y el dolor de ver que no podía tenerlo con su esposa lo fueron haciendo que se resintiera con ella. Catalina llegó a una edad en donde ya no sería posible que se embarazara de nuevo, y Enrique comenzó a lamentar no poder tener un heredero con ella. El colmo fue cuando una amante suya pudo darle un heredero varón.
Enrique comienza a pedir a sus consejeros que busquen una solución a esto. La nulidad de su matrimonio, alegando que Catalina había sido la esposa de su hermano. Ya enamorado de Ana Bolena, comienza a fantasear casarse con ella y repudiar a Catalina.
Sólo que no sería tan fácil. Catalina ya era tía de Carlos I de Habsburgo y V de España, y el apoyo de este induciría a que el Papa no le diera la nulidad. Viendo que no sería fácil conseguir este apoyo, Enrique decide separarse de la autoridad de la Iglesia Católica y produce el cisma que lo reconocía a él como jefe de la Iglesia de Inglaterra.
Catalina no se dejó manejar por Enrique. Este quería primero que aceptara la nulidad y entrara a un convento, a lo que ella se negó. La trató muy mal para ver si así podía hacerlo obedecer, pero ella una y otra vez actuó con gran dignidad protegiendo su posición. Era reina y era su esposa y no la haría renunciar a esto. Catalina fue retirada de la corte y enviada a vivir en diferentes palacios, siempre castigada con el clima y el poco dinero que le daban para mantenimiento de su casa. La separan de María su hija, cosa que le dolió mucho. Para cuando Enrique se casa con Ana Bolena, ella ya estaba esperando a la futura reina Isabel I. El pueblo de Inglaterra la quería mucho, era solícita con los más necesitados, se ponía a enseñarles a hacer encajes españoles ahí a donde llegaba y se comportaba con gran dignidad. Murió y fue enterrada como princesa y no como el rango que le correspondía.
Este libro habla de la historia de esta mujer. Otro libro que trata sobre esta reina es el de Phillipa Gregory, de The Constant Princess.
Libro 13 para el reto 25 libros escritos en español.
También es un tema que me gusta bastante =)
Besotes
Shorby:
pues a darle gusto al cuerpo y la mente 😉
un beso,
Ale.
Lo de Calatina lo vi reflejado en la serie «Los tudor» y si lo que le hizo enrique una cabronada 😦
Nina:
ahhh ese Enrique. Pero lo pagó el final ehhh…murió enfermo y después de mucho sufrimiento 😦
un beso,
Ale.
El tema me gusta y he visto varias pelis y varios documentales sobre él, pero en libros todavía no me he animado… Y este libro que nos traes tiene buena pinta. A ver si me estreno.
Besotes!!!
Margari:
estaré al pendiente por si te animas.
Un beso,
Ale.
La historia de esta reina como la de tantas otras sujetas al capricho de sus países y sus «amos» siempre me ha parecido muy triste.
Un saludo.
Mariuca:
si que lo fue…pero la historia le ha hecho justicia. La quieren mucho en Inglaterra 😉
un beso,
Ale.
¿Es biografía o está novelada?
De todas formas parece interesante para conocer un poco más esa parte de la historia.
Un abrazo
Blanca:
es historia novelada. Te recomiendo mucho también la de Phillipa Gregory ¡buenísima!
un beso,
Ale.
Gracias por la recomendación.
Un abrazo
Esta historia entre las novelas que he leído y la serie ya me la sé de memoria jajaj pero siempre dan ganas de otro librito, qué cosa! LA verdad que me entusiasmó este punto de vista, pobre Catalina!! Saludos
Valeria:
ayy ¿cuándo dejarán de antojársenos los libros? ;D
un beso,
Ale.
Hola Ale!
La historia de Catalina es la de una mujer muy valiente. Bien podría haber vuelto a España y vivir como una verdadera princesa en los castillos de sus padres. Sin embargo, prefirió quedarse allí, haciendo frente a los desprecios de su marido y es cierto que el pueblo inglés llegó a quererla muchísimo.
De quien no sé mucho aún es de Ana Bolena, más allá de cómo se casaron, el cisma religioso que se produjo y cómo acabó ella al final. Pero no he leído ningún libro en el que ella sea la protagonista. Tendré que ponerme a investigar un poco más.
Un besito Ale! He disfrutado muchísimo con tu entrada de hoy (bueno de hace unos días 🙂 )
Ma. José:
Si que lo fue…y lo que le sucedió a Ana Bolena fue espantoso (te pico a ver si te animas a leer alguna historia de ella muajajáaaa -risa malévola-).
Creo que Jean Plaidy tenía unos libros sobre Enrique y Catalina y otro ya cuando le hacía ojitos a la Bolena, y cuentan como terminó ella.Has de disculpar mi tardanza en responder…la vida no me da…
Un beso,
Ale.
Adoro este tipo de literatura pues soy un apasionado de la historia, Catalina de Aragón es una pieza fundamental en uno de los episodios en la historia de Inglaterra más dramáticas. Vícitima de las intrigas de palacio y de los planes de poder escondidos tras la figura de Ana Bolena. Creo que su destino fue injustos no mereció ser tratada como lo fue, aunque bueno, eran signos de cambios en una sociedad inglesa que propició futuros movimientos y revueltas en contra del poder de Roma.
Forastero:
Catalina siempre se comportó con gran dignididad, aún en medio de los desprecios de Enrique y las groserías de la Bolena. Al rey le cansarían los berrinches de Ana precisamente porque Catalina era muy prudente. Eso también aceleró la caída de la segunda esposa.
Un abrazo,
Ale.
Cierto, con todo y lo que le quieran tirar encima, no en vano Catalina era hija de Isabel la Católica, hermana de Juana de Castilla, siempre tuvo dignidad y defendió su posición cuando le infundieron cantidad de calumnias.
me encanta el tema! esas historias de reyes y reinas me va! sobre todo ese Enrique XIII… y sabes ahora en mi gira mundial fui a la torre de Londres y el guia nos enseño la puerta por donde hizo Ana Bolena su entrada triunfal para convertirse en la reina… y la mini puerta por donde Catalina salió… y sabes que la pobre Ana descansa bajo al altar de la capilla de la torre… donde fue sepultada así super X, solo hay una pequeña inscripción… ahh y a ladito de ella estan otras 2 mujeres de Enrique… cosas ironicas de la vida…o el karma podria decir catalina jaja
Chica de mente ocurrente:
ahhhh ¡que envidia me das!yo quisiera haber visto ya esos lugares con estos ojos míos tan tapatíos 😀 jajaja.
Un beso,
Ale.
Es un tema muy interesante y he leído varias novelas históricas sobre los Tudor y las famosas esposas de Enrique.
Inglaterra y gran parte de la historia de la religión se escribieron con ellos.
Besos
Luciana:
ayy es que el tema da para muuuuuuucho 😉
un beso,
Ale.
Desde luego esta mujer había nacido para sufrir, como su hermana Juana por otra parte, y qué mariditos tuvieron ¿eh?
Sobre todo esta joya de la corona que fue Enrique VIII..
pd. Admites sugerencias para leer libros escritos en español?
Loque:
¡por supuesto que admito sugerencias! Habla mujer 🙂 que esta tu amiga escucha (o escribe que yo te leo, más bien).
Ayyy ese Enriquito terminó fatal. Mira que no era mal partido al principio…
Un beso,
Ale.
Me encantan los libros de historia que reseñas. No es un género que me guste leer pero era una de mis asignaturas favoritas.
Isa:
me alegra que te gusten 😉
¡Ahhh es que la historia bien contada es tan pero tan interesante! jajaja.
Un beso,
Ale.
En esta etapa de la historia ya empiezas a ser una «autoridad», jajaja, así que directamente ni me apunto el título, ya prefiero cuando quiera o conozca a alquien que esté interesado en estos capítulos de la Historia, venir directamente aquí y preguntarte, jeje.
Icíar:
pues autoridad no, pero ¡pregúntame chismes de la época y bueno! que podemos ponernos a lavar el chal y estar hooooras con la plática, tendidas como bandidas 😉
un beso,
Ale.
¿es verdad que enrique y catalina estaban enamorados?, pregunto, como Isabel y Fernando.
me gustaría saberlo.
Tania:
Todo parece indicar que si, que al principio Enrique estaba muy interesado en casarse con ella incluso yendo en contra de los deseos de su padre, y que en sus primeros años eran muy felices.
Un abrazo,
Ale.