LIBRO: Maus I

MAUS I

Art Spiegelman

Art Spiegelman nació el 15 de Febrero de 1948 en Suiza. Hijo de Vladek y Anja, judíos polacos que estaban refugiados en ese país después de la segunda guerra mundial. Se mudan después a Nueva York, donde Art creció. El matrimonio Spiegelman había tenido antes otro hijo, Richieu, pero durante la guerra sus padres lo dejaron al cuidado de una tía (pensando que estaría más seguro) y murió envenenenado durante una redada que hicieron los nazis en el guetto donde vivían (la tía se suicidó, y envenenó a los niños que tenía bajo su cargo: su propia hija, y dos sobrinos, uno de estos Richieu).

Así, cuando Art nació sus padres habían perdido a su familia en el holocausto, y estaban recogiendo los pedazos de lo que fue su vida. Una vida por demás llena de dolor. En 1968, Art sufre un colapso nervioso y es internado en un hospital mental (tenía 20 años) y cuando es dado de alta, su madre se suicida. En 1976 se casa con Francoise Mouly, que lo anima a editar una revista que llaman RAW, y es aquí donde Art comienza a contar como una serie lo que en 1985 se edita como libro con gran éxito comercial.

Y es así, como surge Maus. Spiegelman narra la historia de su padre de una manera nueva: a través de un cómic. Y el cómic no tratará sobre superhéroes, sino de la vida de su padre. Y hay otra novedad: sus personajes son animales. Hitler decía que los judíos sin duda eran una raza, pero que no eran humanos. Art toma esta frase y dibuja a los judíos como ratones y a los nazis como gatos. Los personajes son despojados de su humanidad (tal como se despojaron de ella durante la guerra, unos debido a la brutalidad con que fueron sometidos, los otros debido al comportamiento tiránico que adoptaron). Esta alegoría nos permite entender más allá de lo que las palabras y las imágenes transmiten ¿cómo vive una rata? ¿a qué tiene miedo? ¿cómo sobrevive? ¿el gato disfruta cazando a su presa?

Hay dos tramas tratadas en el libro: el hijo que va en busca del padre y le pide le cuente su vida. Su relación es tirante, fría. Y esto sucede en el “presente”. Y la historia del padre contada al hijo en entrevistas que le hace, que nos lleva al pasado hasta 1937. Pareciera que a través de escuchar la vida que su padre llevó, Art quisiera entender su comportamiento, sus manías y fijaciones. El padre que conoce lo desespera, y al escuchar su historia descubre a un hombre que fue valiente, astuto, que pudo salvar a su esposa de muchos peligros gracias a sus asombrosas cualidades; mismas que en un mundo sin guerra lo hacen tacaño, rígido, fiero. Esta primera parte abarca desde mediados de la década de los años 30’s del siglo pasado, hasta el invierno de 1944 donde los padres del autor llegan a Auschwitz.

Leyendo el libro me puse a pensar que cicatrices tan terribles llevaba Vladek dentro de sí. Y que heridas tan profundas llevaba el autor. Quizá este fue un intento de exorcizar el dolor que sentía. El cómic me gustó mucho, una manera interesante de ver lo que tantas veces he leído. Y se lo dí a mi hijo de 13 años, que se lo leyó de cabo a rabo en una sentada (¡yupi!).